El líquido dorado y dulce conocido como miel es un producto milagroso de la naturaleza. La miel, el endulzante de la naturaleza, es un manjar almibarado y elaborado por las abejas. Existen más de veinte mil especies diferentes de abejas, pero sólo un par de ellas tienen la habilidad de producir miel.
Las abejas melíferas elaboran la dulce miel usando néctar de las flores y una sola libra de miel equivale al trabajo de toda la vida de trescientas abejas. Se estima que la colonia de abejas visita cerca de dos millones de flores antes de recolectar el néctar suficiente para elaborar una libra de miel, ¡es por eso que las abejas nunca duermen! En lugar de dormir un enjambre de abejas de tamaño estándar, ¡elabora hasta 400 libras de miel cada temporada!
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La miel es el alimento parcialmente digerido que las abejas guardan en la colmena durante los largos meses del invierno, cuando las plantas y las flores no están floreciendo y no hay néctar disponible. Cada abeja obrera puede elaborar sólo una duodecima parte de una cucharadita de miel durante toda su vida y sólo dos cucharadas de miel le pueden aportar la suficiente energía para volar una vez alrededor del mundo.
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De las más de 20,000 especies de abejas que existen en el mundo, 2,000 son originarias de México. Sin embargo, la verdadera abeja melífera (con sus siete especies reconocidas y un total de 44 de subespecies) llegó al Nuevo Mundo gracias a los conquistadores españoles a principios del siglo 16. Las tribus de indios americanos las llamaron ¨las moscas del hombre blanco¨ porque los enjambres les indicaban la cercanía de los colonizadores europeos. Pero incluso mucho antes de los europeos, los Mayas cosechaban la miel de los nidos de abejas sin aguijón nativas de selvas tropicales y la usaban como endulzante, como antibiótico y para la elaborar la versión maya del aguamiel.
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La historia de la producción de miel y su uso es muy larga. Se cree que la cosecha de miel se practica desde hace 15,000 años y esto se ha demostrado con el descubrimiento de pinturas rupestres en Valencia, España. Sin embargo, la miel no se ha utilizado siempre como alimento. Incluso la naturaleza de su nombre sugiere un significado más poderoso y de trascendencia sagrada—la palabra “miel” proviene de la palabra “enchant” del hebreo antiguo. Según la tradición hebrea, la miel es kosher aunque la produzcan seres que no son kosher—es decir, insectos voladores. Los rabinos del Talmud han discutido este tema y para poder entenderlo, debemos recordar que, en el Antiguo Israel, se desarrolló la apicultura mucho después de los tiempos bíblicos—hace aproximadamente 3,000 años. Las enseñanzas clásicas de la biblia mencionan abejas salvajes que no producían miel pero que transportaban el néctar puro de las flores a sus colmenas y lo guardaban como un líquido dorado y dulce. Hoy en día sabemos que las abejas melíferas si producen miel gracias a las enzimas especiales que su cuerpo de insecto sintetiza. Durante este proceso los sacáridos provenientes del néctar de la planta se transforman en miel a traves de numerosos ciclos de regurgitación (expulsión de material no digerido a través de la boca) hasta que se digiere parcialmente.
En casi todos los documentos sagrados del Oriente y el Occidente, la miel representa una metáfora de todas las cosas buenas. La Tierra Prometida entre el Mar Mediterráneo y el Río Jordán—Canaán—es “la tierra que mana leche y miel”. En muchas culturas representa el símbolo de la vida dulce y la prosperidad como en la tradición judía, donde aún mantiene un lugar especial como uno de los símbolos del Rosh Hashanah—el Año Nuevo Judío . En la mitología celta, un río de vino de miel—aguamiel—recorre el paraíso y las abejas son las mensajeras de los dioses. El aguamiel juega un rol importante en innumerables tradiciones celtas—como el néctar que concede la inmortalidad, la inspiración artística y el conocimiento, se utiliza en los rituales sagrados, las grandes ceremonias, así como en la vida diaria. El aguamiel es el regalo de los dioses y la bebida de los reyes, un brebaje mágico que les concede la inmortalidad a los soberanos y los coloca a la altura de deidades si beben el “vino tinto de color intenso” que les otorgaba la reina de las hadas.
Este endulzante natural y nutritivo ofrece muchos beneficios importantes a la salud. No es solamente un tonico energizante natural, también fortalece nuestro sistema inmunológico y es un remedio para numerosas dolencias. La miel es un gran remedio para la garganta irritada; combate las bacterias, virus y hongos; ayuda a mejorar la calidad del sueño y alivia la resaca por beber demasiado alcohol. Los fitonutrientes de la miel tienen propiedades antitumorales y ayudan a prevenir el cáncer. La evidencia experimental indica que mejora los niveles de azúcar en la sangre y la sensibilidad a la insulina. En el Islam, el profeta Mahoma recomienda el uso de la miel para curaciones. También se le considera uno de los cinco elixires de la inmortalidad en el hinduísmo.
¿Sabías que la miel por sí misma es inmortal? ¡Podrías poner miel en cualquier lugar y mantenerla en el mismo lugar durante miles de años y no se echará a perder! De hecho, se encontró miel en la tumba del Rey Tutankamón que aún era comestible después de haber pasado 2,000 años debajo de las arenas del Valle de los Reyes. Hasta ahora los restos más antiguos de miel se encontraron en Georgia, un país euroasiático y que data de hace 4,500-5,500 años, pero las abejas han estado produciendo miel por lo menos durante 150 millones de años.
Desafortunadamente estos son tiempos difíciles para las abejas. En el 2006 se registró una desaparición repentina y misteriosa de abejas en los Estados Unidos de América. Desde entonces las abejas siguen desapareciendo sin dejar rastro, a un ritmo acelerado y alrededor de todo el mundo. Este fenómeno inusual y aterrador es conocido como Desorden de la Colonia Colapsada (CCD, por sus siglas en inglés) y no sólo afecta nuestro suministro de miel, sino que pone en peligro los cultivos agrícolas a nivel mundial que son polinizados por las abejas. Aún no se sabe la causa exacta, pero la evidencia científica proveniente de Europa sugiere que el uso moderno de pesticidas afecta el sistema nervioso e inmune de las abejas, provocando su desaparición de la faz de la Tierra. Si el problema no se resuelve pronto podríamos enfrentar una crisis mundial como consecuencia de los cultivos limitados y la natural subida del precio de los alimentos. Estoy segura que ustedes saben que lo que comemos, determina nuestra salud, nuestro medio ambiente y nuestras comunidades. Así que si quieres ayudar a resolver este problema recuerda que cada vez que comes, votas con el tenedor. Escoge alimentos orgánicos y ayuda a construir un mundo amigable para las abejas. También podrías sembrar un pequeño jardín organico en el patio trasero de tu casa o podrías plantar algunas flores alrededor de tu casa para ofrecerles un hábitat natural, hermoso y fragante a muchas especies animales.
En perfumería, la miel se distingue por su acordes suaves y balsámicos, ideales para dar relieve y enfatizar a las notas florales. Tanto el aroma, como el sabor de la miel depende de su tipo: puede ser predominantemente amaderada, floral, herbal, o incluso puede tener aroma a tabaco. Esta nota olfativa se usa para presentar matices gourmand en la composición y se logra combinando cera de abeja con otros ingredientes moleculares que se encuentran usualmente en la miel orgánica.
Por ejemplo, un perfumista puede combinar el aroma de la flor de la acacia negra para lograr perfumes florales o puede usar extracto de pino para lograr una nota de melón chino. El absoluto de cera de abeja se obtiene de las colmenas de la abeja europea—Apis mellifera—y se extrae con etanol y etanol evaporado. En este proceso, el absoluto de cera de abeja retiene algunas de las moléculas aromáticas de la sustancia cerosa. La miel también se puede extraer con solventes para obtener un absoluto que sea altamente fragante y que puede usarse en perfumería para interpretar notas ambaradas y doradas.
